Escrito por: Joseph Caceres (josephcaceres.net)
Cuando denunciamos el abuso que estaban cometiendo los denominados siquícos y brujos timando a la gente a través de la televisión, se articuló en contra nuestra una campaña de ataques patrocinada por gente que se beneficia de esa vagabundería, incluyendo productores de programas que reciben una parte del beneficio que generan las largas filas que los incautos hacen en las puertas de cierto consultorio. Por suerte Nuria Piera retomó el tema en base a una serie de trabajos más profundos, que iban más allá de la denuncia, y la situación dió un giro que puso en aprietos a los denominados siquicos, aunque que no pienso sea algo definitivo. Se sacaron algunos de circulación de manera momentánea, pero pueden dar por seguro que cuando se “enfrien” vuelven.
Detrás de esa actividad se mueven muchos intereses. Se parece a la prostitución, que la policía recoge a las muchachas que están en las calles, mientras protegen los negocios que operan entorres de la Anacaona, con mujeres de Colombia y Venezuela, como también sucede que no hay quien se meta con ciertas casas de cita propiedad de algunos oficiales ubicados en casas del Mirador Sur. Otra denuncia que hicimos fue la incidencia del lavado, el patrocinio de narcotraficantes a mujeres de la televisión, a productores deprogramas, orquestas y películas de cine.
Los que andaban bebiendo con El Gringo y Figueroa Agosto los lunes en los bailes de discotecas y en los bares de la parte alta de la ciudad, incluyendo las denominas “champagneras”, porque solo beben champagna, articularon toda suerte de ataques en contra nuestra en el plano profesional y personal. Soportamos estoicamente la campaña de malediciencia, en medio de gente que se ponía a buen resguardo, por temor, y que no se atrevía a dar la cara. Pero sabíamos que al final, cuando se destapara la “olla degrillos”, eran muchos los que iban a salir volando.