Voceros de Adora, Círculo de Locutores, Colegio de Locutores y Corporación Estatal de Radio analizan la problemática que en los últimos tiempos se suscita en programas radiales
En una cabina de radio dominicana solo falta un muerto. Después ha habido casi de todo: insultos, palabras vulgares y golpes entre sus protagonistas o invitados de programas.
Lejos de ser espacios para tratar temas, dar información, colocar música o entretener, algunas propuestas radiales se han vuelto extensiones de lo peor de las personas y han generado una alarma general.
La situación llegó a tal nivel que esta semana culmina con la prohibición mediante resolución firmada por la ministra de Cultura, Milagros Germán, de uso del lenguaje explícito y cualquier influencia malsana que perturbe el desarrollo armónico de la niñez y la juventud dominicana.
La medida establece que se deben evitar expresiones maliciosas, apología del crimen o la violencia, y cualquier contenido que denigre a cualquier persona, especialmente a los héroes nacionales.
POSICIÓN DE ADORA
La presidenta de la Asociación Dominicana de Radiodifusoras (Adora), Rosa Olga Medrano, comentó el viernes a Listín Diario que “es evidente que la calidad del lenguaje en algunos programas de panel ha disminuido, lo cual afecta no solo la percepción de la audiencia sobre la profesionalidad de nuestros medios, sino también el desarrollo cultural y educativo del país”.
Los medios de comunicación, especialmente la radio, tienen una gran responsabilidad en la formación de opiniones y en la educación continua de la sociedad, señaló Medrano.
Según sus reflexiones, la utilización de un lenguaje adecuado y respetuoso “debe ser una prioridad para mantener la credibilidad y el respeto hacia nuestros oyentes”.
Sobre la reciente resolución emitida por el Ministerio de Cultura, lo calificó como “un paso en la dirección correcta”.
Es fundamental, agregó, que “se implementen normativas claras y se promueva la autorregulación dentro de los medios para asegurar que el contenido emitido sea de alta calidad y respetuoso”.
Además, es esencial que se realicen capacitaciones y talleres dirigidos a los comunicadores para fortalecer sus habilidades lingüísticas y fomentar el uso de un lenguaje apropiado y enriquecedor, puntualizó Medrano.
“En Adora, nos comprometemos a colaborar con el Ministerio de Cultura y con las estaciones de radio para promover estas iniciativas y asegurar que nuestros programas no solo informen y entretengan, sino que también eduquen y enriquezcan culturalmente a nuestra audiencia”, expresó Medrano.
En la actualidad, adelantó, “nos encontramos en conversación con la Escuela de Comunicación de UNIBE y con el Círculo de Locutores con el fin de darle forma a estos proyectos”.
CÍRCULO DE LOCUTORES
Hilda Peguero, presidenta del Círculo de Locutores Dominicanos, lamentó que algunos espacios radiales se caractericen por un predominio de “lenguaje de degradación, de insultos, bullyng, violencia” y otros males.
“Es un estilo de hablar de otras personas, de degradar a otras personas; mientras más insultos, mientras más le tiran al bloque, como ellos dicen, es una forma de llamar más la atención, de monetizar, incluso, de ser virales y convertirse o coronarse como famosos influencers”, indica Peguero.
La tendencia radial “ha llevado a estas personas a tener disponibilidad para producir un contenido de adultos y un contenido que si bien es cierto tiene su público, alguien lo quiere escuchar, pero lo grave es que es vulgar, de degradación del lenguaje, a cargo de personas que no están preparadas para manejar el lenguaje ni con buena dicción ni con entonación”.
A esto se agrega, señaló Peguero, que “ese nuevo estilo” conlleva ser orgánico: “Hay que ser lo menos profesional y lo menos formal posible, pero la realidad es que no debe ser abierto, no puede estar disponible para un niño que lo escuche en una emisora de señal abierta, pública”.
Luego añadió: “Esa desclasificación de contenido, masificado, asincrónico, que llega a todo el mundo, en todo momento, ahí es que está el peligro y la verdad es que en la casa hay que poner orden”.
Según su criterio, “si usted quiere producir ese contenido, tiene derecho, pero en un espacio controlado, privado, no abierto a un nivel que incluso violenta los derechos de otras personas”.
Peguero también llamó la atención de los medios de comunicación “donde se producen esos programas”, a los que “deben poner límites” y no esperar que una comisión los sancione.
La presidenta del CLD invitó a todos los actores sociales a evaluar la situación y proponer un consenso que garantice el libre ejercicio de la profesión en base a contenidos que no degraden a la persona.
“La misma ley que nos rige necesita actualizarse porque los tiempos cambian muy rápido, necesitamos nuevas normativas y que se fortalezca una institución que ayude este sector”, manifestó.
Ante la preocupación social, sostuvo que “ésta es una buena oportunidad para enfrentar la problemática”.
Además se comprometió a seguir ofreciendo talleres, cursos y programas de formación a los locutores.
“Ojalá podamos hacer un pacto de unificar el conocimiento y profesionalización para este arte del buen hablar, del buen decir”, expresó.