Las catibías, un aperitivo que mantiene vivo su origen taíno

4 Min Read

Por Karina Pinales –La comida criolla es una mezcla que no solo abarca las sazones que se utilizan para condimentar los alimentos típicos dominicanos, sino que también engloba la creatividad, las costumbres y los recursos con que contaban los aborígenes de la isla.
Como fue el caso de los tainos, cuyo principal cultivo era la yuca, quienes dejaron alimentos básicos para ellos como el casabe, preparación de la que se ha tomado inspiración para creaciones más elaboradas como son las catibías.

Conocidas también como empanadas de yuca, las catibías son preparadas a base de una harina que se obtiene a partir del rallado, prensado y secado del tubérculo, lo que la diferencia de las empanadas comunes hechas con masa de trigo.

Las empanadillas

Localizadas en el centro de Monte Plata, las catibias hechas por Ángela Severino, cariñosamente conocida como “Morena”, se han convertido en un ícono, no solo para esta provincia, sino también para todo el que ha tenido el placer de probarlas.
Estas catibías, identificadas como “las empanadillas de Mamá Morena”, demuestran que su proceso de preparación va más allá del simple amasado y relleno de la base de yuca, y que cuando se quiere se puede, ya que la innovación fue clave para que el negocio de esta familia pudiera prosperar.

Preparación

Con ayuda de sus hijos, Carminia Severino y Pio Mercedes, doña Ángela inicia pelando sus acostumbradas 35 libras del tubérculo, cantidad con la que se planifica para preparar entre 100 y 150 empanadillas cada tres días, dependiendo de la demanda de quienes la consumen.

También te podría interesar: Chivo Liniero: decenas de sabores que conquistan paladares

Luego de pelar, procede al guayado, para esto, se auxilia de un guayo casera y con los hoyos “distribuidos de manera exacta para obtener el resultado deseado, estos no pueden ser ni muy grandes ni muy pequeños, pero tampoco pueden estar muy juntos o separados”, explicó.

El siguiente paso es extraerle el almidón, según relató Carminia, en sus inicios introducían la yuca en un saco y le ponían un palo en el centro, a este le daban vueltas hasta que soltara todo el almidón.

Sin embargo, con el paso de los años descubrieron que obtenían el mismo resultado colocando la masa de la yuca en una bolsa de tela dentro de la secadora de una lavadora.

“Oh pero si la ropa suelta toda el agua dando vueltas en la secadora ¿por qué la yuca no puede hacer lo mismo con el almidón?”, dijo Severino entre risas.

También puede leer: Chivo picante, sabor criollo con sello de Duvergé

Cuando la yuca está completamente seca, se trabaja haciendo círculos con las manos para eliminar los grumos y se le agrega sal al gusto. Una vez la harina y la sal están mezcladas se cierne en un colador.
https://elnacional.com.do/las-catibias-un-aperitivo-que-mantiene-vivo-su-origen-taino/

Share This Article
Leave a comment

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.