Presiones y demandas empujan a comunicadores al desgaste físico y emocional

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Imagen: Fuente Externa

Por Lady Reyes -En esta Era Digital, el periodismo y la comunicación enfrentan una serie de desafíos que afectan la salud y el bienestar de los profesionales de estas áreas. Aunque a algunos se les da más visibilidad, es de vital importancia que miremos con más atención las alertas para evitar situaciones que lamentar.

Los síndromes laborales en este siglo son una manifestación de las presiones y demandas que enfrentan los periodistas y comunicadores en un entorno caracterizado por la velocidad, la constante conexión y la sobreexposición a la información. En este editorial quiero mencionar algunos de ellos y reflexionar sobre sus implicaciones en la profesión.
El síndrome de burnout

El agotamiento emocional y físico es una realidad común entre los periodistas y comunicadores, ya sea porque los medios están usando la «carta de la vocación» en detrimento mismo de los comunicadores o porque, en la necesidad de cubrir sus gastos básicos, tienen que trabajar en varios lugares, además de la tendencia a emprender en la búsqueda de la libertad financiera.

El constante flujo de noticias, los plazos ajustados y la presión por generar contenido relevante pueden llevar a un estado de burnout. Este síndrome se manifiesta en la pérdida de interés en el trabajo, la disminución de la productividad y la sensación de estar abrumado. El burnout no solo afecta la salud y el bienestar del individuo, sino que también puede impactar en la calidad del periodismo y la comunicación, al reducir la capacidad de análisis y la creatividad.
Fatiga informativa

En un mundo donde la información está al alcance de un clic, los periodistas y comunicadores enfrentan el desafío de lidiar con una sobrecarga constante de datos y noticias.

El sindrome de la fatiga informativa se manifiesta en la dificultad para procesar y asimilar la gran cantidad de información disponible, lo que puede afectar la capacidad de discernimiento y la objetividad en el trabajo periodístico. Además, esta fatiga puede generar estrés y ansiedad, contribuyendo a un ambiente laboral poco saludable.
Exposición constante

Con la proliferación de las redes sociales y la demanda de contenido en tiempo real, los periodistas y comunicadores se encuentran en una posición de exposición constante. Este síndrome se caracteriza por la sensación de estar siempre en el ojo público, lo que puede generar estrés, ansiedad y una sensación de invasión de la privacidad.

Aquí, como profesionales, debemos estar alertas y establecer límites, pues la necesidad de mantener una presencia activa en línea puede llevar a una desconexión del mundo real y dificultar la capacidad de establecer límites entre la vida personal y profesional.
Incertidumbre laboral

La transformación digital ha traído consigo cambios significativos en la industria del periodismo y la comunicación. La precarización laboral, la contratación freelance y la inestabilidad económica son realidades que enfrentan muchos profesionales en este campo.

Ya considerado como un síndrome, la incertidumbre laboral puede generar estrés, ansiedad y preocupación por el futuro, afectando la salud mental y el bienestar general.
El abordaje

En conclusión, los síndromes laborales de este siglo representan un desafío importante para los periodistas y comunicadores, siendo crucial que tanto los individuos como las organizaciones reconozcan estos problemas y trabajen para abordarlos de manera efectiva.

Esto puede incluir la implementación de políticas de bienestar laboral, la promoción de prácticas saludables de trabajo y la creación de entornos que fomenten el equilibrio entre la vida personal y profesional. Solo así podremos garantizar un periodismo y una comunicación de calidad en la era digital.

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