No es fácil admitir que uno ha cruzado la frontera del amor al pantanoso terreno de la obsesión. Es más, hay obsesiv@s que se resisten a asumir que las crisis de sus relaciones amorosas se deben a esa personalidad incontrolable que poseen.
¿Cómo saber cuando se tiene este problema? Primero, es importante indicar que hay niveles y grados de esta “perturbación anímica”, significado que le otorga la Real Academia de la Lengua Española a la obsesión.
Pero, no se preocupen. No todos los obsesiv@s están dentro del bolsón de los calificados como compulsivos. La psicóloga Valeria Alvarado, de la clínica San Pablo, indica que una persona puede convertirse en obsesiva cuando desarrolla conductas de ansiedad con la pareja.
“La cela demasiado, quiere saber todos sus movimientos y controlarla al milímetro. En pocas palabras, es absorbente y no acepta que haya espacios entre ambos”, señala.
MÁS SON MUJERES. Cuando una relación empieza, hay un “período de encantamiento” donde las actitudes insistentes de uno no son incómodas para el otro. Esto cambia con el tiempo. “Las mujeres son más obsesivas que los varones. Sufren bastante porque creen que tienen la razón cuando hacen los reclamos a sus parejas. A veces hay maltrato psicológico en la pareja”, acota.
La especialista asevera que una actitud obsesiva puede iniciarse a raíz de un engaño o infidelidad. Aconsejó las terapias psicológicas de pareja.