Estuviste poco más de 365 días al lado de alguien a quien ‘amaste’, pero al mes de romper con él o ella, empezaste a salir con otra persona. Olvidar rápido no es la solución ni lo más conveniente, sostiene el psicoanalista Manuel Saravia, del Instituto Guestalt de Lima.
“Es necesaria una desintoxicación emocional para que los involucrados en la pareja puedan reflexionar acerca de los errores que cometieron y del grado de responsabilidad que tuvieron en el fracaso amoroso, con el único fin de no volver a repetirlos en la próxima relación”, apunta el especialista.
Quienes buscan otro romance luego de poner punto final a una larga relación suelen tener una personalidad dependiente en lo sentimental y experimentan, además, poca tolerancia a la soledad.
“Lo ideal es mantener un período de ‘duelo’ de cuatro a seis meses”, recomienda el psicoanalista. Saravia lo ilustra de esta manera: empezar un romance inmediatamente después de una separación es como tomar un analgésico para escapar del dolor. Y existe el riesgo de que la nueva persona empiece a desarrollar sentimientos, los cuales no podrán ser correspondidos.
Si el rompimiento es entre esposos, habrá posteriormente un contacto ineludible –por el tema de la casa o de los hijos–. Pero si se trata de enamorados o novios, lo mejor es dejar de ver a la expareja, al menos por un buen tiempo, afirma Saravia.
Cada quien maneja su propio ritmo y tiempo para sobrellevar el fracaso sentimental. Sin embargo, las personas suelen lanzarse a un período de euforia y promiscuidad para olvidar la relación pasada, o se encierran en un cuarto a escuchar música romántica para vivir en el dolor, dos conductas extremas que Saravia califica de erróneas. Lo mejor es un equilibrio en donde prime la serenidad.