El staff que organiza los conciertos del joven bachatero, Prince Royce, apuesta a llenar una caja fuerte de dinero, por concepto de entradas, pero están feo.
No es que seamos “boca de chivo”, pero el entusiasmo en el mismo, está aún dormido. Ahora, si harán, a partir de abril un derroche de dinero en promoción, por todos los medios, sin distinción, me callo la boca. Pero, está lenta la promoción. En Santiago, la gente está en otra cosa. Cómo es posible traer un artista a un escenario como La Arena del Cibao, con apenas varios cortes sonando. Miren el ejemplo de Shakira, con muchos éxitos, y no logró reunir al público que se esperara en el Estadio Olímpico, entonces, cómo los “emocionados estrategas de Royce”, escogen ese lugar y no optaron, en Santo Domingo, Hotel Jaragua y en Santiago, Las Vegas.
Aventura cuando arrancó bien en la comunidad de Baní, se presentó en un Car Wash, que hasta en los arboles alrededor, había “gente” mirando. Fue su arranque al estrellato, desde República Dominicana, y con este joven “quieren prematurizarlo”. Cada cosa, tiene su proceso.