Si no has estado debajo de una piedra durante los últimos cuatro días, sabes que el popular congresista Anthony Weiner ( Nueva York) confesó haber compartido fotografías inapropiadas a mujeres que supuestamente conoció en intercambio en línea vía twiter y facebook.
A nivel personal, todos entendemos exactamente la motivación de sus acciones; estamos seguros de que muchos han de tener algunas fotos inadecuadas flotando alrededor, aunque ninguna de ellas tenga la cara o cualquier identificación de marca, podrían servir para desprestigiar a cualquiera.
Compartir las fotografías con las mujeres me imagino que es una emoción sosa, aunque parece no tuvo ninguna intención de reunirse con ellas, confesó incluso hablar con algunas por teléfono.
Sin embargo el error de Weiner fue multifacético:
En primer lugar, es un político, uno famoso, enviando fotos picantes a sus amigas desconocidas facebook.
En las redes sociales, esto es un abuso moral altamente prevenible.
En segundo lugar, su reacción inicial fue mentir a través de su escritorio a un público que al menos tiene sentido común; solo la mentira serviría para pedirle la renuncia a su carrera política, más que el escándalo de las fotos; la gente no desea elegir los políticos que saben mentir sobre cualquier cosa.
En tercer lugar, solo su apellido le debió poner a pensar dos veces antes de caer en ese escándalo.
Y finalmente y por supuesto, Weiner es un hombre casado.
Pero, no sería demasiado molesto para Weiner o cualquiera tener que renunciar a su trabajo por algo que nada tiene que ver con su trabajo?
Eso es tener una política de cero tolerancia a la infidelidad. No estamos seguros si lo que hizo constituye un fraude.
Trató con emoción a aparentes extraños en línea, y mientras que la conversación fue totalmente virtual puede argumentarse que él no cometió ningún delito como para la suspensión.
En todo sentido estas acciones son más sospechosas y cuestionables para su esposa, que podría estarse preguntándo qué le está ocultando su esposo y el factor de confianza podría reducirse considerablemente.
Merece él y todos ustedes o nosotros perder el matrimonio y la carrera? Eh? Por Jenny García/jennyenvariedades.com