Madrid.- Si hasta ahora se conocían las virtudes del vino para una buena buena salud cardiovascular, acaba de comprobarse que el resveratrol, un ingrediente presente en la piel de las uvas rojas y por tanto en esta bebida, puede ayudar a frenar el cáncer.
El citado compuesto sería el complemento ideal para la rapamicina, un tratamiento antitumoral que se emplea en cánceres como el de mama. En una investigación experimental publicada en ‘Cancers Letters’, se explica que el uso de resveratrol previo al tratamiento inhibe de manera notable la extensión de las células malignas.
Debido a que el ensayo se ha realizado con líneas tumorales de cáncer de mama en el laboratorio, todavía es pronto para trasladar estos resultados a pacientes. Pese a ello, el equipo de Charis Eng (del Instituto de Medicina Genómica de Cleveland, EE.UU.) sugiere “una dieta rica en resveratrol durante el tratamiento con fármacos del tipo de la rapamicina”.
Durante la investigación, el grupo de Eng descubrió que añadir el antioxidante a la rapamicina lograba reducir el crecimiento de las células tumorales en un 50%.
La clave, según el equipo médico de Cleveland, podría estar en los oncogenes PTEN y AKT, que parecen ‘desactivarse’ por el resveratrol. Así, se consigue reducir los mecanismos de resistencia que ambos elementos representan en presencia de la rapamicina.