Ahora que se acercan las elecciones de la Asociación de Cronistas de Arte se agitan los ánimos entre colegas que aspiran a la presidencia. Uno de ellos es el veterano José Tejada Gómez, quien ha sido
presidente de Acroarte en dos ocasiones, y quien también acumula en su tarjeta de créditos y experiencias su labor al frentre del Colegio Dominicano de Periodistas. El otro es el periodista Máximo Jiménez, secretario general de Acroarte, editor de espectáculos del diario El Caribe, y quien es el representante de la nueva generación de cronistas de arte. Independientemente de las preferencias y simpatías que cualquiera
pueda tener por algunos de ellos, es importante que se tenga en cuenta que la asociación de cronistas de arte se encuentra actualmente en un momento crucial de su existencia, enfrentada a retos que definirán su derrotero a partir de este naciente decenio. Hay una etapa y un proceso cumplido y agotado, que requiere de un replanteamiento a fondo de la entidad, para adecuarla a los nuevos tiempos, de manera que la misma pueda afrontar los retos que plantean los esquemas que hoy día predominan. El periodismo de notas de prensa de los setenta, ochenta y noventa, es hoy día una expresión de obsolecencia, que se quedó rezagado en las ruedas del tiempo, ante la impronta de los medios y los recursos digitales que predominan actualmente, al igual que los códigos que se manejan en la televisíon y en la radio de ahora. Nunca antes se había tenido un acceso tan inmediato a la información y
a la comunicación, merced a los recursos que facilita la tecnología.
Por solo citar un ejemplo, con un aparato de teléfono celular hoy día
es posible disponer de un reportero que puede transmitir una noticia
escrita o hablada, ilustrada con fotografías, imágenes de video, que pueden ser subidas porn laInternet al instante desde cualquier lugar en diferentes partes del mundo. El cronista o periodista de arte está siendo abrumado por los cambios que se dan en todos los ámbitos, y el artístico no es una excepción, lo que en ese órden plantea un replanteamiento de criterios y esquemas que deben predominar hoy día conforme a los nuevos tiempos. El premio Casandra de igual manera cumplió una importante etapa y Acroarte como entidad también, por lo que se necesita barajar las
cartas y repartir de nuevo, para seguir en el juego.
Máximo y José tienen en sus manos la posibilidad de generar e
introducir los cambios que necesita Acroarte en estos tiempos.
La membresía y los artistas no quieren que le sigan dando más de lo
mismo, por lo que se hace imperioso que cada quien defina sus metas y exponga su plan de trabajo.
Hasta el momento el colega José Tejada Gómez es el que, tirado al
ruedo, expone ya la mejor plataforma de trabajo en su propuesta, lo que nos hace inclinar de manera favorable hacia su candidatura, sin que ello en modo alguno signifique que no valoremos los planteamientos que pueda hacer Máximo Jiménez en su aspiración de presidir la asociación.
ARTE NACIONAL
Elecciones en Acroarte
Escrito por: Joseph Caceres (josephcaceres.net)