Starlin Silvestre Corporán, el joven quien amenazó al presidente Luis Abinader con ¨darle en la cabeza¨ en un video viralizado en varias redes sociales, está en investigación y confesó que es influencer, creador de contenido y comediante.
Afirma que aprovechó el hecho reciente en Estados Unidos en el que un joven fraguó una tentativa de asesinato contra el expresidente Donald Trump, para hacer una amenaza contra el presidente dominicano y buscar notoriedad en las redes sociales.
Un influencer es una persona que tiene la capacidad de influir en las decisiones de compra o en el comportamiento de otras personas debido a su autoridad, conocimiento, posición o relación con su audiencia.
Generalmente, estos individuos han construido una reputación a través de sus actividades en redes sociales, blogs, vlogs u otras plataformas digitales, donde comparten contenido y conectan con sus seguidores de manera regular.
Los influencers tienen un impacto positivo y negativo en la sociedad. Son las conclusiones a las que han llegado investigaciones de psicología, marketing y sociología sobre la influencia de las redes sociales en el comportamiento humano; además de artículos de expertos en comunicación digital y estudios de mercado de organizaciones como Pew Research Center y Nielsen
Impulsan significativamente las ventas de productos y servicios al recomendar artículos que han probado y en los que confían, algunas empresas han ganado visibilidad y éxito gracias a que ellos destacan sus productos, muchos educan sobre temas importantes, crean comunidades, diversifican los medios de comunicación.
Al mismo tiempo han construido una imagen de poca credibilidad al promocionar productos sin verificar con seguridad, información incorrecta, engañan a los consumidores, generan una presión social y afectan la salud mental al idealizar sus vidas perfectas y comportamientos irresponsables.
El psiquiatra José Miguel Gómez ha destacado el impacto negativo de los influencers en las redes sociales, señalando que condicionan el comportamiento de adolescentes y adultos, quienes se ven seducidos por sus mensajes.
En una entrevista con Federico Méndez en el programa Esferas de Poder, expresó su preocupación por la adicción creciente a las redes sociales, alertando sobre cómo estas plataformas están promoviendo la adopción de comportamientos inapropiados y la pérdida de privacidad entre los jóvenes.
Gómez también criticó la falta de formación académica de muchos influencers, argumentando que sus mensajes pueden llevar a problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad, exacerbando la vulnerabilidad de ciertos grupos sociales.
En medio del auge de las redes sociales y la influencia digital, es crucial reflexionar sobre el poder y la responsabilidad que conlleva ser un influencer. Si bien muchos pueden educar y enriquecer comunidades, la falta de regulación y la búsqueda desmedida de notoriedad pueden desencadenar consecuencias perjudiciales para la sociedad. Es imperativo que tanto los creadores de contenido como los consumidores sean conscientes del impacto potencial de sus acciones en un mundo cada vez más digitalizado y conectado