Nueva York, mayo 23 del 2011, (SoyLatino.net) –El trabajo dignifica y con esta nota no pretendemos discriminar el trabajo de unas jovencitas que cada día se hacen más populares en los principales Centros Nocturnos de la ciudad de New York.
Desde siempre han existido los establecimientos donde hermosas chicas muestran sus encantos combinados con bailes eróticos y movimientos sensuales con la finalidad de entretener al público y de paso llevarse a casa unas buenas propinas que variarán de cómo se vea la fémina y de qué tan feroces sean sus movimientos en tarima.
En nuestra República Dominicana se podrían mencionar de aquellos tiempos el “Almendro”, El Bonsua, el más popular en la actualidad “Pasión”, entre otros, que mejor no recordaremos por que se extendería mucho la lista. Aquí en New York también tenemos varios de esos lugares “Go go dancer” donde no necesariamente sirven sexo, aunque sirvan para abrir el apetito.
Pues resulta que con esta nueva modalidad de encaramar muchachitas encima de unos cajones en los famosos Lounge, ya usted no tiene que visitar uno de esos “Go go dancer” pues al fin y al cabo es casi lo mismo lo que en ambos lugares las chicas ofrecen, aunque a algunos les pueda parecer exagerado.
En el pasado se les llamaba Burdeles pero ahora son más refinados y se les llama Lounge, pues en definitiva su objetivo es llamar la atención del visitante de ambos sexos a través del erotismo de estas “bailarinas” logrando que el macho se emocione para que gaste unos pesitos de más, haciéndole creer a estas finas bailarinas que es el hombre de la paca y enloquezca colgándole por donde le sea posible unos billetes verdes como recompensa a sus movimientos.
Nos atrevimos a preguntar a algunas acompañantes de las que asisten en pareja a estos Lounge y para sorpresa nuestra, nos enteramos que algunas de ellas solo le queda velar por que su acompañante no se pase de sabroso, ni se vuelva loco enganchándole billetes a esa fiera del movimiento que ha venido a robarle toda la atención de la noche utilizando los golpes del perro, la vaca y cuántos más se puedan inventar.
Otras aseguraron sentirse preocupadas que su pareja visite sin su compañía estos lugares, pues desconocían hasta ese día que se presentaban ese tipo de shows al público en los Lounge.
Pero no todo es negativo, hubieron otras que les restaron importancia a las bailarinas y aseguraron disfrutarlo también.
En definitiva este artículo no quiere menospreciar a estas jóvenes; es el cliente quien al final decide lo que quiere y por lo que paga. Agustín de la Cruz.